Historia de San Eustaquio

La parroquia de San Eustaquio tuvo su inicio a comienzos del siglo XIII, vinculada al bullicioso mercado central de la ciudad, conocido como Les Halles (las naves), un auténtico hormiguero de gente a todas horas del día.

Durante 7 siglos, el mercado central de París, uno de los más importantes de Europa, se encontró ubicado en las inmediaciones de esta iglesia. Los responsables de San Eustaquio se quejaban siempre de que su minúscula iglesia no daba abasto para tanta gente.

Lo que no podían imaginar es que el mismísimo rey Francisco I iba a tomar cartas en el asunto, e involucrarse de modo personal. Recién llegado a París en 1528 con toda su corte (tras un largo periodo en que los reyes habían residido en el valle del Loira) quiso demostrar que su dinastía, la rama Valois de los Capetos, no tenían nada que envidiar a los Capetos directos, que habían levantado Notre-Dame. Ellos construirían una iglesia capaz de rivalizar con la catedral, mezclando la grandiosidad del gótico con la elegancia del Renacimiento.

Así comenzó la aventura de esta gigantesca iglesia, pero lo cierto es que el rey no apoyó demasiado el proyecto, que costó un gran esfuerzo terminar. Y que la pretendida elegancia, que había de desbancar del trono a Notre-Dame, quedó en un curioso híbrido, un experimento que nunca se repitió.

El exterior

El exterior de San Eustaquio impresiona por sus dimensiones, y por el gran aparato de sus ventanales y arbotantes. Para quien no se fije demasiado podría parecer que se trata de una iglesia gótica: arbotantes, rosetones, pináculos, frontones triangulares...

Pero en cuanto nos fijamos un poco más nos damos cuenta de que el repertorio de formas está tomado del Renacimiento: arcos de medio punto, capiteles corintios, entablamento clásico, ménsulas, frontones curvos...

Un ciervo en la fachada

Un detalle curioso es el motivo con que se adorna el frontón triangular de las dos fachadas laterales. En la parte superior se ve un ciervo con una cruz en la cornamenta. Es una alusión al mártir San Eustaquio, titular de esta iglesia.

Cuenta la leyenda que Eustaquio, un general romano del siglo II, se convirtió al cristianismo durante una partida de caza, en la que vio venir hacia él a un gran ciervo con una cruz entre los cuernos.

Dentro de la iglesia se ven como motivos decorativos cuernos de caza y otros elementos relativos a la antigua afición de san Eustaquio. También se ven con profusión las iniciales SE (Saint Eustache) y SA (Santa Agnese), esta última titular de la primera capilla levantada en este lugar.

La desafortunada fachada principal

Un grave incidente durante unas obras en la iglesia, hizo que se resintiera la fachada principal (construida en el siglo XVII) y tuvieran que derribarla. La que construyeron en su lugar en el siglo XVIII es fría y desangelada.

Aunque, afortunadamente, es el flanco menos expuesto del edificio y pasa bastante desapercibida.

Visita al interior

El interior de San Eustaquio muestra la misma paradoja que comentamos sobre el exterior. Una primera apariencia de iglesia gótica, con sus naves altísimas, separadas por columnas, bóvedas de crucería, grandes ventanales, nave central bien iluminada y naves laterales en penumbra...

Ciertamente se trata de un espacio majestuoso. De primera impresión produce la misma sensación que cualquier catedral gótica. El impulso ascendente de las naves se ve aún más acentuado por la desmesurada altura de las grandes arcadas, en el nivel inferior.

Pero enseguida empezamos a distinguir por todas partes los motivos típicos del arte del renacimiento: arcos de medio punto, columnas de fuste estriado, que se interrumpen a mitad de la pared en vez de continuar lisas, capiteles clásicos, entablamentos, cornisas...

Elementos destacados

Entre los elementos destacados del interior están:

• El magnífico órgano de 8.000 tubos, el más grande de Francia, en el que Berlioz y Liszt inauguraron algunas de sus obras.
• La talla de la Virgen con el niño, en la llamada "Capilla de la Virgen", la que ocupa la posición central, más grande que el resto. Es una obra de Jean Baptiste Pigalle realizada en 1748. Fue traída a esta iglesia desde los Inválidos cuando se reabrió al culto tras la Revolución Francesa.
• El banco de obra, finamente labrado, ubicado en la nave central frente al púlpito, donde se sentaban las personalidades importantes.
• Algunas otras obras de interés están repartidas por las capillas de la iglesia: Keith Saring (1990), Santi di Tito (1575), Simón Vouet, Luca Giordano (1660), etc. Están señaladas en los abundantes paneles informativos dentro de la iglesia.

Tumba de Colbert

Pero la obra más valiosa que posee san Eustaquio, con diferencia, es la tumba del gran ministro de Luis XIV, el parroquiano más ilustre que ha tenido nunca esta iglesia: Jean Baptiste Colbert, muerto en 1683.

Se encuentra ubicado en la capilla inmediatamente a la izquierda de la de la Virgen.

Las dos figuras alegóricas empleadas para simbolizar su vida son la fidelidad (no hay duda de que fue uno de los ministros más fieles del Rey Sol) y la abundancia. Es una obra del gran escultor Antoine Coysevox, a excepción de la alegoría de la Abundancia. El trabajo virtuosista en la talla del jubón y del manto es impresionante.

LINKS ÚTILES

• Web oficial de Saint Eustache: www.saint-eustache.org
• Todos los domingos a las 17.00 hay conciertos de órgano, de entrada libre. Pero además hay otros eventos musicales, algunos de ellos de pago. Aquí puedes ver el programa musical completo.