Museo Nissim de Camondo

Biblioteca. Museo Nissim de Camondo

Foto: Chatsam

El Museo Nissim de Camondo es un auténtico tesoro escondido, una maravilla que casi nadie conoce antes de viajar a París, y que deja fascinados a todos los que aciertan a visitarlo. El palacete que Moisés de Camondo hizo construir a comienzos del siglo XX (entre 1911 y 1914) ha conseguido el milagro de congelar el tiempo, y permite sentir el latido de una forma de vida extinguida hace siglos.

El maravilloso palacio de los Camondo nos asoma también a la tragedia de esta poderosa familia de judíos sefardíes, del que Moisés fue su último representante. Los Camondó, dueños de la principal banca del Imperio otomano, se instalaron en París a finales del Segundo Imperio, y durante décadas se codearon con la más alta aristocracia... Pero el sumidero de las dos guerras mundiales acabó para siempre con la poderosa saga, cuya memoria sigue viva gracias a este delicioso museo.

El conde Moisés de Camondo

Moisés de Camondo

Moisés de Camondo

Este rico banquero era un apasionado del arte, pero su interés se concentraba exclusivamente en el siglo XVIII francés. Durante 50 años fue reuniendo una colección de extraordinario valor: muebles elaborados por los célebres ebanistas Oeben y Riesener, tapices de Aubusson, objetos que habían pertenecido a la familia real, cuadros, esculturas, porcelana china y otras piezas de arte decorativo...

En la madurez de su vida decidió construir un palacio de nueva planta, pensado en función de su colección de objetos. El palacio contaría con todas las comodidades modernas de su época, pero recordaría los palacetes del siglo XVIII, para ser un marco más adecuado a su colección.

Comenzado en 1911, el edificio quedaría terminado en 1914, el año que daba comienzo la Primera Guerra Mundial, y con ella, la tragedia de la familia Camondo.

Muerte de su hijo Nissim

Nissim de Camondo

Nissim de Camondo

Moisés tenía un hijo (Nissim) y una hija (Beatriz). El hijo, que debía ser el continuador de esta saga de poderosos banqueros, combatió como aviador en las recién creadas unidades aéreas del Ejército durante la Gran Guerra.

Encargado de peligrosas misiones de reconocimiento fotográfico, su valentía le hicieron merecedor de la siguiente mención el 5 de noviembre de 1916:

Observador fotógrafo aéreo de gran valía, tanto por su audacia y su sangre fría como por su habilidad profesional. Durante las batallas de Verdún y del Somme, gracias a su valentía ha llevado a cabo con éxito un número considerable de misiones fotográficas consideradas como muy peligrosas, debido a los ataques de los cazas enemigos, y en especial en la jornada del 5 de noviembre de 1916, donde su avión ha sido fuertemente alcanzado.

Unos meses después, en septiembre de 1917, su avión era abatido. Nissim moría soltero y sin descendencia, cuando apenas contaba 25 años.

Un palacio congelado en el tiempo

Desolado por su pérdida, su padre decidió que tanto el palacio como la colección debían pasar cuando él muriera al Museo de Artes Decorativas de París, para conservar la memoria de su hijo. Hasta el final de su vida (1935), Moisés trabajaría incansablemente para completar lo que había de ser, para la posteridad, el memorial de Nissim de Camondo.

El conde Moisés de Camondo puso un cuidado meticuloso en la disposición de cada objeto de la casa, y dispuso que cuando él muriera y la casa se convirtiera en museo, todo debería conservarse tal y como estaba en ese momento. Todo debería permanecer congelado en el tiempo, en la misma disposición en que se encontraba a su muerte: muebles, cuadros, libros, espejos... incluso las fotografías de sus hijos y todos sus recuerdos.

Para asegurarse de que esto ocurriera tomó dos precauciones:

  • Dispuso que tras su muerte nadie volvería a habitar en esa casa, ni siquiera algún encargado de vigilancia del museo.
  • Realizó un exhaustivo reportaje fotográfico con la ubicación de cada detalle

Uno de los aspectos más atractivos del palacio es que no parece un museo. Uno tiene la fuerte sensación de que la casa sigue estando habitada y en cualquier momento van a aparecer los dueños

Gran Salón. Museo Nissim de Camondo

Gran salón. Foto: Chatsam

Resto de la familia Camondo

Trágico final de la familia de Moisés

Moisés de Camondo murió a tiempo (1935) para no ver cómo el resto de su familia judía desaparecía en los campos de concentración nazis. Beatriz murió en Auschwitz en enero de 1945, pocas semanas antes de la liberación del campo. Su marido y sus dos hijos habían muerto unos meses antes en ese mismo campo de concentración.

Isaac de Camondo

Isaac de Camondo

Isaac de Camondo

Un primo de Moisés, Isaac, 10 años mayor que él y que murió sin descendencia legítima en 1911, fue también un gran coleccionista de arte.

Su nombre está ligado al Museo del Louvre, por ser uno de los fundadores de la Sociedad de Amigos del Louvre en 1897, y por haber donado a este museo toda su impresionante colección, compuesta por obras de Delacroix, Corot, Cezanne, Van Gogh, Toulouse Lautrec, Manet, Degas, Renoir, Monet, etc.

El importante legado Camondo se encuentra hoy repartido, además del Louvre, por los museos especializados de París: Museo d'Orsay para los impresionistas, Museo Guimet para su magnífica colección de arte japonés y asiático en general, etc.

Visita al museo

En la visita al museo Nissim de Camondo se pueden ver todas las estancias de la casa, comenzando por el imponente vestíbulo y la escalera, organizadas en tres plantas:

En la planta baja:

  • Vestíbulo y recepción
  • La cocina, muy interesante
  • Zona de servicio
Cocina. Museo Nissim de Camondo

Foto: Chatsam

En la planta noble, comunicadas por una galería:

  • El gran salón
  • Comedor
  • La sala de los Huet, donde se muestran grandes escenas campestres del pintor rococó Jean-Baptiste Huet
  • Grand bureau y Petit bureau
Sala de los Huet. Museo Nissim de Camondo

Sala de los Huet. Foto: GO69 (recorte)

En el piso superior:

  • El salón azul
  • La Biblioteca
  • Apartamento de Moisés
  • Apartamento de Nissim, donde se encuentra el gran retrato de su abuelo (llamado Nissim, como él), el padre de Moisés, pintado por un célebre retratista de su época, Carolus Duran, en 1882.
  • Varios baños

Información práctica

Para visitar con calma el museo debes calcular unas dos horas.

Horario de apertura

  • Miércoles a domingo: 10 - 17'30 h
  • Cierra: lunes y martes

Horario de apertura

  • Miércoles a domingo: 10 - 17'30 h
  • Cierra: lunes y martes

Tarifas

  • Adultos: 12 € (incluye la audioguía)
  • Gratis: menores de 26 años, minusválidos y un acompañante, parados.
  • Billetes conjuntos para los que deseen visitar también el Museo de Artes Decorativas (MAD), del que depende el Museo Nissim de Camondo. Más información sobre tarifas y horarios: horaires-et-tarifs

Más información

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