Grand Palais y Petit Palais

Grand Palais

Foto: joz

El Grand Palais y el Petit Palais, junto con el puente de Alejandro III, son un precioso recuerdo de la Exposición Universal de 1900, y del optimismo que vivía Europa en los albores del nuevo siglo, en ese momento de optimismo y despreocupación que conocemos con el nombre de Belle Époque.

Estos edificios, de estilo modernista, manifiestan bien aquel ambiente. Sus frisos coloridos, la fantasía (aunque contenida) de sus formas, los adornos suaves y ondulados, sus esculturas exultantes, que proclaman a los cuatro vientos: "el progreso nos guiará a un mundo mejor"... Todo nos habla de ese ingenuo optimismo, que en pocos años estallaría como una pompa de jabón, ante el desastre de la Gran Guerra, estúpida y devastadora.

Contexto histórico

La de 1900 fue la última de las Exposiciones Universales que se celebraron en París, convocada para conmemorar el fin de siglo. En la anterior Exposición (1889, centenario de la Revolución) se había construido la Torre Eiffel. En esta ocasión se aprovechó para abrir una nueva vía monumental en la ciudad.

Para ello, se destruiría el Palacio de la Industria, un enorme edificio de bóveda acristalada levantado para la Exposición Universal de 1855, y en su lugar se levantarían estos tres edificios:

  • El Grand Palais, que quedaría en la ciudad como palacio de exposiciones
  • El Petit Palais, que sería el Museo de Bellas Artes de París
  • El Puente de Alejandro III

Entre los dos palacios se abriría una calle, prolongada por el nuevo puente hasta el edificio de los Inválidos, creándose así un nuevo eje monumental en la ciudad.

El Palacio de la Industria

El antiguo Palacio de la Industria, en los Campos Elíseos

Exterior del Grand Palais

La fachada principal del Grand Palais es la que se enfrenta al Petit Palais. Aunque no lo parezca, esta fachada monumental es ligeramente más larga que la de los Inválidos.

Tras la columnata que se despliega a ambos lados del cuerpo central hay un vistoso friso de esmaltes que representa a las artes en las grandes civilizaciones: Mesopotamia, Egipto, Grecia...

Las esculturas más vistosas del Palacio son las que se encuentran en los extremos de la fachada, en la parte superior, obra de Georges Récipon. Reciben pomposos nombres, según el espíritu de su época:

  1. Mirando al Sena: "La Armonía triunfando sobre la Discordia"
  2. En el otro extremo: "La Inmortalidad desbancando al Tiempo", en referencia al Progreso: el gran mito de la época.

En la zona hay también varias estatuas que homenajean a los héroes de las dos guerras mundiales:

  1. De Gaulle
  2. Churchill
  3. Clemenceau, que hizo posible la victoria aliada en 1918
  4. Jean Moulin, jefe de la Resistencia francesa durante la II Guerra Mundial, muerto heroicamente mientras lo torturaban, sin haber confesado los datos de sus compañeros. Está enterrado en el Panteón.

La parte más característica del Grand Palais es la formidable cúpula acristalada, que llama la atención desde cualquier punto de los alrededores, invitando a fotografiarla. El Grand Palais continúa así la tradición de los grandes pabellones de Exposiciones Universales, que solían contar con un techo acristalado, siguiendo el modelo del Crystal Palace, construido en Londres para la Primera Exposición Universal (1851).

Salón de exposiciones

NOTA IMPORTANTE: en 2021 el Grand Palais cerrará al público y las exposiciones se instalarán en un edificio efímero junto a la Torre Eiffel: más información.

El Grand Palais cuenta con dos espacios diferentes:

1. La Nave

Es el espacio principal, de enormes dimensiones (la mayor nave de Europa, 240 metros de largo, 13.500 m2), alojado bajo la gran cubierta de cristal. Contiene una bonita escalera de honor, realizada en metal, de estilo modernista. Puede acoger eventos de todo tipo:

  • Equitación
  • Pista de hielo
  • Parque de atracciones
  • Sala de muestras
  • Competiciones deportivas
  • Exposiciones

Históricamente fue la sede de eventos de repercusión mundial, como el célebre Salón del Automóvil, que se organizó anualmente desde 1901 a 1961, el Salón de la Aeronáutica, el de la Infancia y el del Hogar.

En esta imagen de 1916, donde se ve a soldados convalecientes realizando prácticas de tiro durante la Primera Guerra Mundial, se aprecian bien las dimensiones colosales de la nave.

Nave del Grand Palais en 1916

Soldados realizando ejercicios de tiro durante la Primera Guerra Mundial

2. El Palais de la Découverte

El "Palacio del descubrimiento" es un espacio dedicado a las ciencias, pensado para aprender de modo interactivo, experimentando y jugando. Contiene un planetarium, una sala dedicada a la acústica, un taller de genética y ADN, y múltiples salas con curiosas atracciones sobre química, física, biología, etc.

Forma una unidad con la Ciudad de las Ciencias y la Industria, ubicada en el Parque de La Vallette, en una entidad común denominada "Universcience".

En principio, el Palais de la Découverte está orientado más bien a familias con niños, y se requiere conocimiento del francés, ya que muchas de las actividades están dirigidas por científicos y personal del centro. Pero también pueden disfrutarlo los apasionados de estos temas.

Cuenta con una entrada independiente por la Avenida Roosevelt. Aunque no vayas a acceder a las atracciones, te recomendamos que al menos pases al imponente vestíbulo general, que cuenta con una magnífica decoración modernista, con mosaicos, grandes escalinatas, y un techo decorado con relieves de gran fastuosidad...

Vestibulo del Palais de la Decouverte

Vestíbulo del Palais de la Découverte. Foto: Lionel Allorge

Aquí puedes ver un video de presentación: video.

Horarios

  • Martes a sábado: 9,30-18 h
  • Domingos: 9,30-19 h
  • Cerrado: LUNES

Tarifas

  • Normal: 9€
  • Suplemento Planetario: 3€

Cierre por reforma (2020-2024)

A finales del verano de 2020 (30-agosto), el Palais de la Découverte cierra sus puertas para una reforma de gran envergadura, que durará previsiblemente hasta 2024. Aquí puedes ver cómo será el Nuevo Palacio del Descubrimiento en 2024.

Mientras tanto, las actividades se trasladan al Parque André Citroën, ubicado en la orilla del Sena, a 2,5 Km de la Torre Eiffel río abajo.

Más información

El Petit Palais

Frente al Grand Palais se encuentra su hermano menor, el Petit Palais, realizados ambos al mismo tiempo. El edificio es bastante más pequeño y su arquitectura, obra de Charles Girault, tiene también mayor encanto.

El elemento que más define su fachada es el gran arco de ingreso, coronado por una graciosa cúpula y rodeado de esculturas.

Petit Palais

Foto: joz

El edificio se pensó desde el principio para albergar el Museo de Bellas Artes de la ciudad de París. Por eso, el tímpano que preside el acceso representa una alegoría la París (sosteniendo el barco que campea en el escudo de la ciudad), rodeada por las musas.

El acceso a la colección permanente del museo es gratuita, y permite recorrer el interior del palacio, que es muy interesante por su decoración modernista.

Otro elemento muy atractivo del palacio es su patio interior, con forma de media luna.

Interior del Petit Palais

Foto: joz

Colección permanente

La colección permanente del museo abarca secciones muy distintas:

  • La sección más importante es la pintura francesa de los mejores artistas de los siglos XVIII y XIX: Ingres y Delacroix, Corot, Courbet, Manet, Degas, Cezanne, Monet, Renoir, Toulouse-Lautrec...
  • Pintura flamenca y holandesa: Rembrandt y Rubens son los autores más conocidos, de unos fondos que son bastante abundantes.
  • Esculturas de autores franceses como Carpeaux y Rodin.
  • Antigüedades greco-romanas, así como objetos de arte de la Edad Media y del Renacimiento.

Horario

  • Martes a domingo: 10-18 h
  • Cerrado: los LUNES y días festivos

Colección permanente

  • Entrada gratuita

Exposiciones temporales

  • El precio varía según la exposición que sea.

Más información

El puente de Alejandro III

Pasa por ser el puente más hermoso de París, y por supuesto es uno de los más fotografiados. Su barandilla se adorna con numerosas farolas y esculturas llenas de encanto. Los motivos decorativos están tomados del mundo marino: peces, algas, cangrejos, delfines...

Puente de Alejandro III

Foto: joz

Una hilera de farolas de tres globos da a la barandilla gran vistosidad. En el pie de estas farolas, se encuentran escudos y símbolos de Francia y de Rusia, que en aquel momento, a finales del XIX, vivían una relación de mutua ayuda casi fraternal.

De hecho, el puente lleva el nombre del zar Alejandro III, que había muerto unos años antes. Y en la colocación de la primera piedra participó su hijo, el zar Nicolás II, y su esposa, la zarina Alejandra, que habían de ser los últimos zares de Rusia.

El puente de Alejandro III ha quedado así, como un símbolo de la alianza franco-rusa, alianza que unió a ambos países entre 1892 y 1917, hasta la revolución bolchevique que derrocó al zar Nicolás II.

Su construcción sin pies de apoyo en el río, salvando la distancia entre ambas orillas de un solo vuelo, constituyó una auténtica proeza técnica. Cuatro grandes pilares con esculturas doradas en su cima, dos a cada lado del puente, se elevan al aire para servir de contrapeso.

Puente de Alejandro III

Foto: joz

Cada uno de estos pilares tiene en su base la escultura sedente de una gran señora. Son alegorías de Francia, representada en los distintos momentos de su historia. Mirando hacia el Grand Palais, se encuentran:

  • La Francia de Carlomagno
  • La Francia Pacífica o la Francia Moderna

Y mirando a los Inválidos:

  • La Francia del Renacimiento
  • La Francia de Luis XIV
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