Fuente de los Inocentes

Fuente de los inocentes

Fotos: joz

La fuente de los Inocentes pasa desapercibida para muchos turistas. Y sin embargo es un auténtico lujo poder contemplar en plena calle las delicadas esculturas de uno de los mejores artistas del Renacimiento francés.

Además, esta fuente nos trae el recuerdo de un lugar emblemático del París medieval: el Cementerio de los Inocentes.

El cementerio de los Inocentes

Este fue, durante siglos, el gran cementerio de París, y estuvo activo hasta la víspera de la Revolución Francesa. Los cuerpos se sepultaban en la tierra, en fosas comunes, envueltos en un simple sudario.

Al cabo de los años, los huesos se retiraban y se apilaban ordenadamente en los osarios, que puedes ver en esta imagen, en la parte superior de las galerías que rodeaban el camposanto. Clica en esta imagen para verlos con detalle.

Cementerio de los inocentes

Dibujo de Theodor Hoffbauer (+1922)

Por extraño que parezca, el Cementerio de los Inocentes era entonces el lugar de reunión por excelencia de los parisinos, el sitio al que muchos acudían para pasar el tiempo, dar una vuelta, y hasta para las citas clandestinas. No había en la ciudad otros lugares de esparcimiento. En el siglo XVI sería sustituido en esta función de socialización por el Pont-Neuf y por la Plaza Real (actual Plaza de los Vosgos), gracias a la enorme labor urbanística del rey Enrique IV de Borbón.

Origen de la fuente

Una de las cuatro calles que bordeaban el cementerio era la Rue Saint-Denis, la principal vía de acceso a la ciudad desde el Norte. Y era la que utilizaban los reyes cuando realizaban su entrada solemne en París tras su coronación en Reims.

Con ocasión de la entrada en París de Enrique II el año 1549 la ciudad se engalanó para recibir al nuevo monarca. Entre otras cosas, se construyó un palco de tres vanos junto al camino por donde debía pasar. El palco fue realizado por Pierre Lescot y Jean Goujon, dos figuras mayores del renacimiento francés.

Fuente de los inocentes en su forma original

CLICA EN LA IMAGEN PARA VER DETALLE

Como puedes ver en esta imagen, el palco se encontraba sobre una fuente que había en la pared, en una esquina de la manzana del cementerio. Clica en la imagen para ver con más detalle su disposición.

Clausura del cementerio y traslado de la fuente

El Cementerio de los inocentes fue clausurado en 1785. Los huesos de millones de personas fueron trasladados pacientemente hasta unas galerías subterráneas, las actuales Catacumbas de París, en una paciente operación que duró varios meses.

La iglesia de los Inocentes fue destruida, pero la fuente fue salvada in extremis cuando iban a destruirla también. Fue reconfigurada en forma de templete, para que pudiera lucir en el centro de la nueva plaza creada en el lugar del cementerio.

La fuente original tenía cinco ninfas esculpidas por Jean Goujon, que muestran una flexibilidad y una sutileza admirables:

Ninfas de Goujon en la Fuente de los inocentes

Copias de las ninfas de Jean Goujon

Para la nueva disposición de la fuente hacían falta 8 ninfas, dos en cada cara del templete, y Agustín Pajou se encargó de confeccionar tres ninfas nuevas, imitando el estilo de Goujon, pero sin alcanzar ni de lejos la sutileza de sus movimientos y su maestría:

Tres ninfas de Pajou en la Fuente de los inocentes

Ninfas de Pajou

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