Museo del Louvre

El Museo del Louvre fue uno de los primeros museos nacionales del mundo. Nació con la idea de abrir al público las colecciones reales, pero enseguida se fue manifestando su verdadera finalidad: mostrar al mundo la grandeza de la nación. Y es así como sirvió de inspiración para la creación de museos nacionales en otros países.

Los trabajos para su apertura al gran público se llevaron a cabo durante los últimos años del reinado de Luis XVI, pero su inauguración no se produjo hasta 1793, en plena Revolución Francesa.

Museo del Louvre

Foto: joz

Actualmente es el museo más visitado del mundo, y uno de los más extensos. En el año 2018 superó los 10 millones de visitantes.

Su ingente colección de obras reúne, en primer lugar, las colecciones reales, obras incautadas durante la Revolución, y otras fruto de las campañas bélicas de Napoleón. Además de un gran número de adquisiciones y hallazgos desde su constitución como museo.

Abarca todos los periodos de la Historia, comenzando por las civilizaciones antiguas de Mesopotamia y Egipto. Pero tienen un límite temporal en la Revolución del año 1848. Las obras posteriores a esa fecha se exponen en otros museos:

  • De 1848 a 1914 en el Museo de Orsay
  • De 1914 en adelante en el Centro Pompidou

Historia del Palacio

Cimientos del castillo gótico del Louvre

Cimientos del Louvre gótico. Foto: joz

El palacio del Louvre fue inicialmente una fortaleza defensiva, construida en el siglo XII por el rey Felipe II Augusto junto a la muralla que él mismo hizo levantar para proteger la ciudad de los ataques ingleses.

Más tarde, el castillo se fue reformando y se construyeron nuevas estancias para que sirviera como residencia del rey. Durante siglos, de las numerosas residencias reales que había en París y alrededores, la del Louvre sería la residencia oficial.

Pero a partir del Renacimiento, los reyes de Francia iban a destruir paulatinamente el castillo gótico, sustituyéndolo poco a poco por nuevos cuerpos renacentistas, hasta que terminó desapareciendo por completo. Hoy, del castillo original sólo quedan los imponentes cimientos, que han salido a la luz en las excavaciones, y se pueden visitar desde el interior del museo.

El Louvre renacentista fue creciendo con los siglos, buscando empalmar con el Palacio de las Tullerías que Catalina de Médicis había construido en las afueras. Cada rey añadía nuevos brazos y galerías al palacio, que fue haciéndose gigantesco. Las obras no terminarían hasta el siglo XIX, impulsadas por los dos emperadores de Francia: Napoleón Bonaparte y su sobrino Napoleón III.

En 1871 la Comuna de París prendió fuego al Palacio de las Tullerías, y el gran complejo, que inicialmente estaba cerrado, queda ahora abierto enteramente al enorme Jardín de las Tullerías.

En rojo: el palacio de las Tullerías, quemado en 1871

La Cour Carrée

La parte más interesante del enorme edificio es la que se encuentra en la llamada Cour Carrée, más concretamente la fachada renacentista construida por Pierre Lescot a encargo de Francisco I y de su hijo Enrique II. Esta composición, que marca la pauta para el resto del edificio, es también la más delicada y admirable de todo el complejo.

Fachada de Pierre Lescot en el Louvre

En rojo: fachada de Lescot desde la Cour Carrée

Está adornada por los magníficos bajorrelieves de Jean Goujon, el mejor escultor del Renacimiento francés. Y, sin embargo, a pesar de su valor artístico, la gran mayoría de los turistas pasan de largo ante esta obra maestra. Además de su valor artístico, la fachada de Lescot es uno de los edificios que más impacto ha tenido en la historia de la arquitectura francesa.

Nuestra guía de París (la audioguía Tout Paris) contiene una detallada descripción de esta fachada.

Nacimiento del Museo

Desde que Luis XIV decidiera abandonar París (la ciudad que tanto miedo le había hecho pasar de niño con los continuos sobresaltos de la Fronda) e instalarse en Versalles, el gigantesco palacio se fue asociando cada vez más al mundo de las artes, de las ciencias y de las reales Academias (Pintura, Escultura...), que establecieron su sede en este gran complejo abandonado.

Cuando el rey Luis XVI decidió abrir las colecciones reales al gran público, como habían hecho los Papas con el Museo Vaticano, pareció evidente que el mejor sitio para acogerlo sería el largo brazo junto al Sena que unía el Louvre a las Tullerías, un espacio vinculado desde hacía tiempo al mundo del arte.

Mientras el Louvre servía ya de museo, el palacio de las Tullerías sirvió de residencia al jefe del Estado, hasta su destrucción a manos de la Comuna. Allí vivieron Luis XVI hasta su traslado a prisión, Napoleón Bonaparte, Luis XVIII, Carlos X y Napoleón III.

El Gran Louvre

La última modificación importante del museo fue el proyecto conocido como "el Gran Louvre", uno de los grandes proyectos del presidente François Miterrand, junto con:

  • El gran Arco de la Défense
  • La opera Bastilla
  • La Biblioteca Nacional

El proyecto del Gran Louvre consistía en destinar al museo la totalidad del Palacio, que en aquel momento (1981) estaba ocupado en buena parte (el ala Richelieu) por el ministerio de Economía y Finanzas. Junto con la reorganización de las colecciones que supondría la liberación de este espacio, el objetivo era también modernizar su presentación al público. En este contexto se enmarca la construcción de la Pirámide de cristal, pensada como punto de acceso bien visible de todo el complejo. Fue el elemento más polémico del proyecto, pero hoy se ha integrado de tal modo en el palacio que se ha convertido en uno de los símbolos más potentes del Louvre. Fue inaugurada en 1989, en el segundo centenario de la Revolución Francesa.

Plano general del museo

El Louvre se divide en tres alas o cuerpos de edificio, que hemos marcado en el plano con tres colores distintos:

  • Ala Sully: así llamada en honor del gran ministro de Enrique IV. Es la primera que se construyó, sobre el antiguo castillo gótico.
  • Ala Denon: recibe el nombre del primer director del Museo, Vivant Denon (1747-1825), nombrado por Napoleón Bonaparte. Discurre junto al río, y se llamó desde el principio "Gran Galería". Comunicaba el Louvre con el Palacio de las Tullerías, hoy desaparecido.
  • Ala Richelieu: llamada así en honor del primer ministro de Luis XIII, el cardenal Richelieu, cuyo palacio se encontraba muy cerca: el actual Palais Royal. Este cuerpo de edificio fue el último que se terminó, por obra de Napoleón I y de su sobrino Napoleón III.

El mejor modo de entrar al museo es desde la galería subterránea: una galería comercial, llamada del Carrusel, que tiene varios accesos. Una vez abajo, el punto de referencia para orientarse es la pirámide invertida. Desde allí se llega fácilmente al Hall Napoléon, un gran espacio de recepción iluminado por la célebre pirámide de cristal, que permite acceder a los tres cuerpos del Louvre.

Colecciones

Actualmente los fondos del Museo del Louvre se encuentran repartidos en ocho departamentos, cada uno de ellos con su propia historia. Cada departamento se identifica por un color, que aparece tanto en el folleto que entregan al visitante como en los paneles y mesas de orientación del museo.

1. Pintura

Boticelli. Retrato de un joven, hacia 1475-1480

Es el departamento más importante del museo. Contiene la colección que podría llamarse "fundadora": los cuadros de pintura italiana adquiridos por el rey Francisco I, gran amante del Renacimiento, que son el origen remoto del Museo del Louvre. Sobre esta primera colección, los sucesivos reyes irían acumulando nuevos fondos. Con Luis XVI, por ejemplo, entraron las primeras pinturas españolas: una buena representación de obras de Murillo, el autor español más reconocido en ese momento. Velázquez no entraría en el Louvre hasta el siglo XIX.

Hoy, el Louvre cuenta con pinturas europeas de todos los países, estilos y épocas, desde la Edad Media hasta 1848: pintura italiana, flamenca, francesa, española, británica, alemana, austríaca, escandinava... así como iconos griegos y rusos. Y también obras americanas.

ALGUNAS OBRAS ESCOGIDAS

  • La sala de pintura italiana es uno de los puntos fuertes del Louvre. Contiene obras de autores que han cambiado la historia del arte: Giotto, Cimabue, Botticelli, Fra Angelico, Ghirlandaio, Mantegna, Rafael, Leonardo da Vinci, Caravaggio... Entrarás a ella tras pasar junto a la Victoria de Samotracia.
  • Como elementos singulares dentro de la pintura italiana, están la Gioconda (rodeada siempre de un enjambre de personas) y, en la misma sala (711), Las Bodas de Caná, de Paolo Veronese (1528-1588), el lienzo más grande del museo: 677 x 994 cm.
  • Algunas obras icónicas del arte y la historia de Francia, como La Coronación de Napoleón (1808, David, neoclasicismo), La balsa de la Medusa (1819, Géricault, romanticismo), La Libertad guiando al pueblo (1830, Delacroix, romanticismo) También algunas de las obras de Ingres, como La gran odalisca (salas 700-702).
  • Sala Rubens, con 24 lienzos de gran formato sobre la vida de María de Médicis (esposa de Enrique IV y madre de Luis XIII). Fueron pintados por Rubens en 1622-1625 para decorar la galería de entrada al palacio de la reina (el actual Palacio de Luxemburgo). Sala 801.
  • Algunas obras de pintores de Países Bajos como: Jan van Eyck (la Virgen del Canciller Rolin, 1433, sala 800), Vermeer (1670, La encajera, y El astrónomo, sala 837) y Rembrandt (sala 844).
  • No hay un solo cuadro de Velázquez. Hay, en cambio, varios de Murillo, Goya, el Greco, Zurbarán...

2. Escultura

Cuando se inauguró el Louvre, la escultura tenía muy poco protagonismo. La colección de esculturas que tenían los reyes se hallaba expuesta en Versalles, y posteriormente en otros museos. Pero esas colecciones terminaron confluyendo en el Louvre.

Las esculturas antiguas (de Grecia, Roma, Mesopotamia...) pertenecen a sus respectivos departamentos. Al Departamento de escultura corresponden sólo las que van desde la Edad Media hasta 1848.

ALGUNAS OBRAS ESCOGIDAS

  • Los dos esclavos, de Miguel Ángel, diseñados para la tumba de Julio II. Pertenecen a la colección del museo desde su inauguración.
  • Algunas obras de otros célebres escultores italianos: Donatello, Bernini, Antonio Cánova (Amor y Psique)
  • Las obras de Jean Goujon y Germain Pilon, dos de los mejores escultores renacentistas franceses.
  • Por su monumentalidad y valor histórico, son destacables los dos conjuntos de esclavos encadenados que adornaban dos estatuas reales. Los que estaban junto a la estatua de Luis XIV en Plaza de las Victorias y la de Enrique IV en el Pont Neuf.
  • De época medieval, el impactante monumento funerario de Philippe Pot, gran senescal de Borgoña (+1493), con 8 figuras dolientes talladas en piedra negra.
  • El Louvre posee la mejor colección que existe de escultores franceses modernos: Coysevox, Charles le Brun, Girardon, Falconet, Pierre Puget, los Coustou, Bouchardon, Pigalle, Houdon, Pradier, François Rude, Carpeaux...

3. Objetos de arte

Estatuilla de Carlomagno

Estatuilla de Carlomagno

La colección se compone de los objetos más diversos: joyas, esmaltes, marfiles, piezas de orfebrería, pequeños bronces, vidrieras, lozas y porcelanas, muebles, tapices... proveniente de todas las épocas, desde la Edad Media hasta mitad del XIX.

El núcleo inicial de esta colección proviene de las incautaciones efectuadas por la Revolución Francesa en las joyas y el guardamuebles de la familia real, el tesoro de monasterios y santuarios históricos como la Sainte-Chapelle o el monasterio de Saint-Denis, y otras confiscaciones de muebles, joyas y objetos preciosos pertenecientes a aristócratas que huyeron de Francia. A lo largo del siglo XIX, los fondos se verían incrementados con la donación de numerosas colecciones privadas.

ALGUNAS OBRAS ESCOGIDAS

  • Los apartamentos de Napoleón III, la sala más visitada de este departamento
  • La Galería de Apolo, en sí misma espectacular, aloja las Joyas de la Corona de Francia, que contiene piezas de enorme valor. El más célebre es el diamante de 140 quilates denominado "El Regente".
  • Estatuilla ecuestre de Carlomagno (siglo IX)
  • Virgen con Niño de Juana de Evreux (reina de Francia), s.XIV, estatuilla en plata dorada

4. Artes gráficas

Ocho estudios de cabezas, por Jean-Antoine Watteau (1684-1721)

Estudios de cabezas, por J.A. Watteau

Contiene dibujos, grabados, miniaturas, estampas, manuscritos, libros, litografías...

A pesar de la ingente cantidad de material que posee (más de 100.000 obras) es el departamento que ocupa menos espacio, con apenas un par de salas. La mayoría de las obras no se encuentran expuestas, debido a la fragilidad del papel, que no puede ser expuesto a la luz de modo permanente. Las obras se encuentran por ello guardadas y catalogadas como en una biblioteca, para consulta de estudiosos y profesionales. Y sólo pueden exponerse de modo muy restrictivo, en condiciones idóneas de temperatura, con poca luz y durante un tiempo limitado de exposición, seguido de prolongados periodos de reposo.

5. Antigüedades egipcias

La colección egipcia del Louvre no tiene su origen, como muchos suponen, en las campañas de Napoleón Bonaparte (todo aquel material fue confiscado por los ingleses como botín de guerra) sino en los esfuerzos de Jean François Champollion, conocido por todos como el padre de la egiptología, por haber descifrado la escritura jeroglífica. Champollion convenció al rey de Francia, Carlos X, para adquirir varias colecciones egipcias que se encontraban en venta en ese momento, y fue el primer director del Departamento del Louvre sobre Egipto. Este material, unido a la colección egipcia de los reyes de Francia, se incrementó notablemente por obra de otro erudito francés: Auguste Mariette, que llevó a cabo numerosas campañas de excavación en Egipto y fue el fundador del Museo de El Cairo. Gracias a ellos, el Louvre posee hoy uno de los fondos más extensos del mundo sobre la materia.

La exposición abarca todos los periodos de esta civilización (periodo predinástico, Imperio Antiguo, Reino Medio, Imperio Nuevo, el periodo helenístico, romano y bizantino, así como el arte cristiano copto) cubriendo un arco de casi 4.500 años. Y contiene no sólo obras de arte, sino utensilios de la vida cotidiana, momias, armas, joyas, papiros e inscripciones en piedra.

Las salas ocupan dos plantas:

  • En la planta baja (0) se encuentran las piezas de gran formato y una presentación general de la civilización egipcia: la vida cotidiana, la importancia del Nilo, materiales y técnicas de escritura, mobiliario y utensilios domésticos, etc.
  • En la planta 1, en cambio, la división no es temática sino cronológica, avanzando desde la época predinástica hasta el mundo romano y bizantino.

ALGUNAS OBRAS ESCOGIDAS

Además de sarcófagos, momias y piezas de gran formato (como la gran esfinge de Tanis o la estatua de Ramsés II), que resultan monumentales y muy vistosas para el visitante, algunas piezas importantes son:

  • El escriba sentado, la obra más icónica de la colección, tallada en piedra y policromada hacia mediados el tercer milenio a.C.
  • El estilizado retrato en piedra de Amenofis IV, Akenatón, el faraón hereje, que impuso el culto monoteísta al dios Atón, y también una revolución artística.
  • Cuchillo de Gebel el-Arak (hacia el año 3.300 a.C.), con hoja de silex y mango de marfil, primorosamente tallado (sala 20).
  • El faraón Seti I y la diosa Hathor (1291-1278 a.C.). Extraordinario bajorrelieve policromado sobre piedra caliza, de 2 m. 26 cm. de altura. Sala 27.

También son impresionantes por su viveza y su increíble estado de conservación los retratos pintados, que datan de los primeros siglos de nuestra era.

6. Antigüedades orientales

Este departamento está dedicado a las primeras civilizaciones, surgidas en Oriente Próximo. Su colección consta de más de 100.000 piezas y abarca desde el surgimiento de las primeras ciudades hacia el año 8000 a.C., hasta el nacimiento del islam en el siglo VII. Una particularidad de este departamento es que no fue formado a base de adquisiciones, sino como fruto de las campañas arqueológicas llevadas a cabo en esos lugares, de las que Francia fue pionera en el siglo XIX. La voluntad de explorar Tierra Santa y los lugares mencionados en la Biblia y en los textos clásicos son el origen de las colecciones orientales del Louvre.

Las colecciones se dividen en 4 secciones, según las distintas áreas geográficas:

  • 1. MESOPOTAMIA - Comprende las civilizaciones de Sumeria, Babilonia y Asiria.
  • 2. IRÁN - Desde la gran ciudad de Susa, al Oeste, hasta la zona más oriental de la meseta iraní, por donde se extendió el imperio persa
  • 3. LEVANTE - Chipre y la franja Siro-palestina, Transjordania, el mundo fenicio, incluyendo sus fundaciones en Cartago y Norte de África.
  • 4. ARABIA - La Arabia Feliz (actual Yemen) y la Arabia Desierta, las ciudades caravaneras, Dura Europos...

Se trata de un departamento fascinante, que nos permite asomarnos a la cuna de la civilización: las primeras ciudades, el nacimiento de la escritura, los grandes imperios que dominaron el mundo antes de la llegada de griegos y romanos.

ALGUNAS OBRAS ESCOGIDAS

  • Las magníficas piezas provenientes del palacio de Darío I, rey de Persia, en la ciudad de Susa, como el excepcional friso de los arqueros, capiteles gigantescos y paneles decorativos de gran tamaño con leones, esfinges, etc.
  • Las piezas de la Cour Khorsadab son muy impresionantes: enormes toros alados con cabeza de hombre, los frisos de guerreros, carros, sirvientes... Provienen del palacio del rey asirio Sargón II (siglo VIII a.C.) en Jorsabad, Irak, cerca de Mosul y de la antigua Nínive. Y se disponen según la configuración que tenían originalmente, recreando así la arquitectura del palacio.
  • Por supuesto, una pieza de valor histórico excepcional: el código de Hammurabi, el primer conjunto de leyes escritas conocido, grabado en una piedra de basalto negro y fechado en el siglo XVIII a.C.
  • Relieve de león andante, que decoraba la ciudad de Babilonia en tiempos de Nabucodonosor.
  • Estatuilla de Gudea, gobernador de la ciudad de Lagash al final de la época sumeria (siglo XXII a.C.)

7. Antigüedades griegas, romanas y etruscas

La colección incluye no sólo las antigüedades de Grecia y Roma, sino también de las culturas que les precedieron en esas regiones, desde la época neolítica (4º milenio a.C.).

Este departamento es, junto con el de Pintura, el primero que se constituyó. Está presente desde la inauguración misma del museo en 1793, compuesto inicialmente por fondos de las colecciones reales y por confiscaciones revolucionarias.

En tiempos de Napoleón (1807) se añadiría una aportación excepcional: cientos de piezas procedentes de la colección Borghese. El emperador obligó al príncipe Camillo Borghese, casado con su hermana (la célebre Paulina Bonaparte Borghese) a venderle las obras por una suma fabulosa, operación que levantó las iras de grandes personajes de la época, y puso las bases para la legislación que protege el patrimonio artístico italiano.

La colección Borghese se dispuso en la llamada "Sala de las cariátides", uno de los espacios más celebrados del palacio, ideado a iniciativa del rey Enrique II, en los inicios de la transformación renacentista del castillo gótico.

ALGUNAS OBRAS ESCOGIDAS

Las OBRAS ROMANAS se encuentra expuestas en torno al Patio de la Esfinge (Cour du Sphinx), cubierta por una vidriera. Entre ellas, están:

  • El altar de Domitius Ahenobarbus (fin del siglo II a.C.) es uno de los relieves romanos más antiguos que se conoce . Aunque se le llama tradicionalmente "altar" se sabe que se trata más bien del pedestal de una gran estatua de un templo.
  • Hay una buena colección de retratos de emperadores y personajes del mundo antiguo (Agripa, Augusto, Calígula, Nerón...), que siempre son atractivos por lo familiares que nos resultan estos nombres.
  • Algunos paneles del Ara Pacis de Roma.

Las OBRAS GRIEGAS están en la Sala de las Cariátides y las que forman ángulo con ella. Algunas de sus piezas destacadas son:

  • La Venus de Milo, encontrada por un campesino en la isla de Milo, en 1919, fue adquirida por un francés y entregada a Luis XVIII, que la donó al Louvre. Corresponde a la época helenística, al s.II a.C. y se convirtió en un icono del Louvre no sólo por su calidad artística, sino por llegar al museo en un momento especial, cuando muchas salas se hallaban vacías por las devoluciones de los saqueos napoleónicos.
  • Hermafrodito durmiente, copia romana de una obra griega del siglo II a.C., sobre un colchón tallado por Bernini. Forma parte de la colección Borghese, adquirida por Napoleón.
  • Afrodita agachada o el baño de Afrodita. Se conservan 3 ejemplares romanos de este mismo tema (muy popular en época antigua) que representa a la diosa Venus (Afrodita) agachada, en cuclillas y torsionando ligeramente el tronco, marcando los pliegues de la piel. Uno de estos ejemplares, sin cabeza, pertenece a la colección Borghese. Otro (con brazos y cabeza) perteneció a Luis XIV. Y un tercero (sin brazos ni cabeza) fue encontrado a comienzos del siglo XIX cerca de Lyon.
  • El Gladiador Borghese, obra de estilo helenístico, del s. I a.C. En el siglo XVIII era una de las esculturas antiguas más admiradas y aparece reproducida en numerosos cuadros de esa época.

8. Artes del Islam

Aunque ya desde finales del siglo XIX existía una sección de arte musulmán en el museo, la creación de todo un departamento para este género data del año 2003. Es el último de los 8 departamentos creados en el Louvre hasta la fecha.

Sus fondos se exhiben en la Cour Visconti, bajo una espectacular cubierta acristalada de formas onduladas realizada en el año 2012, en continuidad con la línea de modernidad introducida en el viejo palacio por la pirámide de cristal.

La colección se despliega en dos pisos y es muy vistosa y atractiva. Incluye obras de todo el mundo islámico, desde el siglo VII hasta el XIX, dispuestas cronológicamente. Incluye cerámica, escultura, orfebrería, cristalería, marfiles, alfombras y otras piezas textiles, manuscritos, etc.

Candelabro de los patos

Candelabro de los patos. Detalle

ALGUNAS OBRAS ESCOGIDAS

  • Recipiente de latón, primorosamente labrado, perteneciente al siglo XIV, que se conoce, arbitrariamente, con el nombre de "baptisterio de San Luis". Es una de las joyas de la colección, y ciertamente se utilizó en la corte de Francia para bautismos de niños, pero no en época de San Luis
  • El candelabro de los patos (s.XII), con forma de campana, es una obra excepcional por el modo en que ha sido elaborado: no fue fundido con molde, ni las piezas que sobresalen al exterior fueron soldadas. Fue realizado sobre una fina placa metálica. Los relieves salieron golpeando la placa desde el interior, según una técnica extremadamente compleja y delicada
  • La Píxide de al-Muguira es otra de las obras maestras. Se trata de una urna de marfil, datada el el año 968 y realizada en la corte omeya de al-Andalus. Contiene más de 40 figuritas talladas con gran maestría

Consejos para visitar el Louvre

Aquí tienes una serie de consejos, que podrían venirte bien antes de acometer la visita al museo:

1. El Louvre es muy, muy grande

Para recorrer todas sus salas y vitrinas hay que andar al menos 18 Km. Si te detienes a leer carteles y contemplar mínimamente algunas obras, en un día entero apenas tienes tiempo de recorrerlo entero, y eso yendo deprisa y malamente.

Ante esta situación caben varias estrategias. Si es la primera vez que se visita, se puede intentar ver lo máximo posible, para tener una visión general de los distintos departamentos y de las obras más interesantes. Y en sucesivas visitas ir ya a tiro hecho, con una visita más tranquila. O bien, seleccionar antes de entrar lo que quieres ver.

Si te has propuesto recorrer todos sus Departamentos, debes saber que es un ejercicio exigente. Lleva calzado cómodo y vete ligero de equipaje. Come algo antes de entrar.

Una vez dentro, preocúpate también de descansar. El museo cuenta con abundantes espacios para hacer pequeñas pausas, así como cafeterías y restaurantes. Sabiendo que la colección se divide en 8 Departamentos, identificados con distintos colores en el plano guía que recibirás al entrar, una buena idea puede ser descansar cuando terminas de visitar un Departamento, antes de empezar con el siguiente.

2. Qué guía utilizar

Puedes realizar la visita al museo por tu cuenta, sin más ayuda que los letreros de cada obra, o bien dejarte acompañar por un guía. Tienes cuatro posibilidades:

  • Reservar una visita guiada al museo. Durante un par de horas el guía te mostrará lo más importante del museo y se detendrá en algunas obras fundamentales. Al terminar, podrás seguir explorando el museo por tu cuenta. Si eso es lo que quieres, te aconsejamos esta visita guiada.
  • Utilizar la audioguía del museo, que puedes reservar on-line en la web oficial antes de entrar: www.ticketlouvre.fr (precio: 5€). El inconveniente de la audioguía es que explica demasiadas obras, y te exige realizar una selección previa, salvo que tengas ya cierto conocimiento y sepas escoger a simple vista las obras más interesantes.
  • Utilizar una buena App, de las distintas que existen.
  • Comprar una guía en papel del Louvre antes de entrar, e ir consultándola según realizas la visita. Por ejemplo, si la consultas antes de entrar en un nuevo Departamento del museo, podrás compaginar el descanso y la información. Mejor todavía si compras el libro unos días antes, y lo vas hojeando para familiarizarte con él.

    Puedes pasarte por la librería del Louvre, que se encuentra en la Galería del Carrusel (subterránea), fuera del museo, y muy accesible. Cierra los martes.

3. Ojo con las colas. Cómo entrar al Louvre

Las colas para entrar al Louvre pueden llegar a ser enormes, pero hay modos de evitarlas. Lo mejor es comprar la entrada on-line, que garantiza la entrada en menos de 30 minutos, por la fila verde.

En temporada alta, evita siempre la entrada de la pirámide. Aunque sea la entrada principal, se colapsa con facilidad.

Vete directamente a la Galería del Carrusel (subterránea), y te será más fácil llegar a la taquilla. Este sencillo plano de la Galería te ayudará a orientarte. Puedes entrar a ella:

  • Por las escaleras junto al Arco del Carrusel
  • Por la calle Rívoli y desde el Metro

Una herramienta magnífica para conocer en tiempo real la espera prevista en cada entrada es la aplicación gratuita Affluences. Puedes descargarla en tu móvil, o verla en la web del Louvre: www.louvre.fr.

Información Práctica

La entrada al museo es válida para el día entero, de modo que puedes salir y volver a entrar cuando quieras. Lo cual solo es una buena idea si controlas bien el asunto de las colas y los tiempos de espera, y nunca en temporada alta.

Horarios

Abierto de 9 a 18 horas, a excepción de:

  • Martes: cerrado
  • Miércoles y viernes: abierto hasta la noche (9 a 21,45 h.)

Tarifas

  • Precio en taquilla: 15€
  • Precio on-line: 17€ (permite saltar la cola)

Comprar la entrada on-line es muy recomendable, casi necesario en temporada alta, para saltarse las enormes colas. Garantiza la entrada en menos de 30 minutos por la fila verde.

Condiciones de entrada gratuita

  • Para todos el primer domingo de mes (octubre a marzo)
  • Menores de 18 años
  • Ciudadanos de la UE menores de 26 años

Horario nocturno

Los días que hay apertura hasta la noche (miércoles y viernes) puedes prolongar más tiempo tu visita. Esas últimas horas del día suelen ser más tranquilas, con menos gente en el museo, y la visita resulta más agradable. Es uno de los mejores momentos para visitar el Louvre.

Condiciones de visita. Reglamento

  • Fotografías. Se pueden hacer fotografías y videos en las salas de la exposición permanente, pero no en las de exposiciones temporales. En ningún caso se puede usar flash.
  • Comida. Está prohibido comer y beber, excepto en los lugares destinados para ello.
  • Ruidos. Está prohibido hablar en voz alta, utilizar el móvil y correr por las salas.
  • Por supuesto, está prohibido tocar las obras de arte.
  • Alcohol. Está prohibido consumir bebidas alcohólicas en todo el recinto del Louvre, incluidos los jardines. Especialmente en el jardín del Carrusel y en la Cour Napoleon.

Lo cual se resume en estos iconos que verás por todo el museo:

Reglamento del Louvre
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