Plaza de las Victorias

Plaza de las Victorias

Foto: joz

La pequeña y elegante Plaza de las Victorias fue diseñada en el siglo XVII por el gran arquitecto Jules-Hardouin Mansart, y merece al menos una rápida visita si te encuentras en las inmediaciones.

Origen histórico

La Plaza fue concebida y costeada enteramente por un cortesano adulador, el duque de La Feuillade, deseoso de escalar puestos en la corte del Rey Sol mediante la exaltación desmedida de su figura. Todo el espacio estaba concebido en función de la estatua central, que representaba a Luis XIV de pie, coronado de laurel por la diosa Victoria y aplastando orgullosamente a sus enemigos con la planta del pie.

Esta Plaza llegó a ser un espacio casi sagrado en la ciudad, como si fuera un templete al aire libre consagrado al monarca reinante, el rey más poderoso de Europa en ese momento. Había lámparas que ardían en su honor día y noche, y en la inscripción de la estatua original se leía: Viro Inmortali... al hombre inmortal.

Hoy no queda nada de aquella peculiar atmósfera, y los viandantes no son invitados a descubrirse ante la imagen del rey, como en aquel tiempo. La estatua de Luis XIV fue destruida durante la Revolución Francesa. Sólo se salvaron de ella cuatro formidables tallas de cautivos, que hoy pueden verse en el Museo del Louvre.

Cautivos de la Plaza de las Victorias en el Louvre

Foto: joz

Son obra de Martin Desjardins (1685), y representan a cautivos de las 4 naciones sometidas por el rey. Las cuatro figuras se muestran en las diferentes edades de la vida del hombre, desde la juventud hasta la vejez, y mostrando un sentimiento distinto ante la cautividad: resignación, dolor, esperanza y rebelión.

Clica en la imagen para ver cuál representa cada uno de ellos.

La estatua actual de la Plaza fue realizada durante la Restauración borbónica, y representa a Luis XIV, pero no de pie sino a caballo.

Configuración de la Plaza

La Plaza fue diseñada, como se ha dicho, por Jules-Hardouin Mansart, el mismo que realizó la cúpula de Los Inválidos y la Place Vendôme. Era el arquitecto predilecto de Luis XIV, y es una de las grandes figuras de su siglo.

La forma circular que Mansart dio a esta plaza nos parece hoy una fórmula muy corriente, pero no lo era en aquella época. De hecho, es la primera plaza circular del mundo, si descontamos la Plaza de San Pedro, que no es propiamente circular sino ovalada.

Las fachadas de Mansart se conservan todavía sin modificaciones en varios bloques de casas, mientras que en otros se hay añadido nuevas alturas y se han modificado los falsos soportales a pie de calle, como ves en esta foto.

Fachadas de la Plaza de las Victorias

Foto: joz

Una curiosidad sobre las fachadas de Mansart es que son idénticas a las que utilizó en la Place Vendôme.

Junto a la Plaza

Junto a esta plaza, escondida tras un bloque de casas, se encuentra el santuario de Notre-Dame des Victoires, en una tranquila y agradable placita.

Fue construido como fruto de un voto a la Virgen del rey Luis XIII por el triunfo en el asedio de La Rochelle (ante los hugonotes levantados en armas dentro de Francia). Fue Luis XIII en persona quien puso la primera piedra de la iglesia en 1628, pero las obras no se terminarían hasta un siglo después, en 1740.

En el interior de la iglesia, lo más valioso son los 7 grandes cuadros de Carle Van Loo (1746-1755) que decoran el coro. Es uno de los pocos ejemplos de decoración de una iglesia en París que han pervivido al paso de la Revolución Francesa.

Clica en la imagen para verlos.

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