Museo de la Vida Romántica

Museo de la Vida Romántica

Foto: Velvet

Pequeño y delicioso museo, que permite sumergirse en el París de la época romántica. Una angosta calle particular, como si fuera un túnel del tiempo, desemboca en este pequeño oasis aislado del mundo: un patio adoquinado, rodeado de plantas, donde se alza un encantador inmueble de contraventanas verdes: el palacete Scheffer-Renard. En uno de los rincones más acogedores del jardín, un invernadero acristalado se ha habilitado hoy como salón de te, y en los días de buen tiempo es un verdadero lujo sentarse en su terraza.

La casa fue construida en 1930 e inmediatamente alquilada por uno de los pintores de más éxito del momento: Ary Scheffer, de origen holandés, pero afincado en París desde muy joven. Scheffer comenzó a organizar en su taller todos los viernes reuniones con los artistas e intelectuales más prestigiosos del movimiento romántico. Allí se tenían recitales de música, lecturas, conferencias y discusiones de distintos temas... Sus reuniones eran frecuentadas entre otros por:

  • El pintor romántico Eugène Delacroix, que vivía a dos pasos de allí
  • Los músicos Rossini y Charles Gounod
  • La prodigiosa cantante de ópera María Malibrán, de origen español
  • Frédéric Chopin, también vecino de este barrio poblado de artistas
  • Franz Liszt
  • La escritora George Sand
  • Figuras como Lamennais y el historiador Augustin Thierry
  • Novelistas como Tourgueniev y Dickens

La siguiente imagen representa un salón del París romántico, y da una buena idea de este tipo de reuniones. En ella se ve a Liszt tocando el piano, junto a su amante Marie d'Agoult (de espaldas), George Sand y Alejandro Dumas padre (sentados en sendas bucacas), Berlioz, y algo más atrás otros dos compositores: Paganini y Rossini.

Hoy el palacete Scheffer-Renan se ha convertido en Museo de la Vida Romántica (el Romanticismo tuvo su apogeo a mediados del siglo XIX) y conserva recuerdos de las personalidades que lo frecuentaron.

La visita a este museo es relativamente breve y deja un maravilloso recuerdo. La exposición permanente es gratuita, pero cada año se organizan varias exposiciones temporales, que son de pago.

Genealogía de los Scheffer-Renan

Para sacar más partido de la visita al Museo de la Vida Romántica, es bueno aclararse con los personajes que vivieron en esta casa, cuyos recuerdos y retratos llenan las distintas estancias. Esta es la genealogía de esta familia de artistas.

Protagonistas del museo

Estos son algunos de los personajes que debes conocer para sacar más partido a tu visita.

Ary Scheffer

Es el gran protagonista. Él decidió instalarse en este barrio cercano a Montmartre, que comenzaba entonces a urbanizarse con la construcción de nuevas casas donde antes sólo había tierras de labranza. El nuevo barrio se puso de moda entre los jóvenes artistas e intelectuales del movimiento romántico. Esta nueva república de las artes y las letras sería saludada por un periodista como una Nouvelle Athenes, una nueva Atenas, nombre que conserva el barrio en la actualidad.

Ary era en ese momento uno de los pintores de éxito y un cotizado retratista. Llevaba muchos años siendo amigo del duque Luis Felipe de Orleans y profesor de dibujo de sus hijos, cuando en julio de 1830 –tras tres jornadas de revolución- Luis Felipe accedió al trono de Francia. Ary Scheffer se convertiría en el pintor oficial de la nueva casa real. Es en ese momento cuando alquiló este encantador inmueble con jardín, donde viviría casi 30 años.

En el jardín de la casa construyó dos grandes talleres con buenas cristaleras y abundante luz natural. Uno para trabajar y otro para recibir invitados. Este taller-salón sería el centro de reuniones semanales de pintores, músicos, intelectuales y personas de relieve del momento.

Atelier de Ary Scheffer

Ary Scheffer trabajando en su taller

Su hija Cornelia donó casi todas las obras de su padre al Museo de Dordrecht, su ciudad natal holandesa, donde hoy se encuentran. Pero también el Museo de la Vida Romántica conserva algunos cuadros suyos.

Henry Scheffer

Pintor, como su hermano, compartía el taller que éste construyó en el jardín. Se benefició de la fama y de la cercanía a la familia real que tenía su hermano Ary, y recibió también numerosos encargos de los Orleans. Su hija se casaría con uno de los grandes intelectuales franceses del siglo XIX, Ernest Renan, y el palacete acabaría pasando a la familia Renan.

Cornélia Scheffer

Hija de Ary Scheffer, a la muerte de su padre (1858) ella compró el palacete que éste tenía en alquiler, con idea de preservar su memoria. Allí sigue organizando, junto a su marido médico, reuniones con artistas e intelectuales. Muere en diciembre de 1899 sin descendencia, legando la mayoría de las obras de su padre al museo de su ciudad natal en holanda, y la casa a Noémi (hija de su prima y de Ernest Renan).

Ernest Renan

Otra de las grandes figuras vinculadas a esta casa es Ernest Renan. No vivió nunca en ella, pero fue allí, en las reuniones de intelectuales que organizaba Ary Scheffer, donde conoció a su mujer Cornélie (hija de Henry Scheffer), y serían sus descendientes los que recibirían en herencia el palacete.

Estudioso de lenguas antiguas (hebreo, árabe, siríaco, sáncrito...), historiador, arqueólogo y filósofo. Se interesó por campos muy variados: el Antiguo Oriente Medio, el Cristianismo, la Ciencia moderna, la filosofía política...

Estudiaba en el seminario con vistas al sacerdocio cuando una profunda crisis de fe en 1845 (a los 22 años) le llevó a romper con la fe católica. Realizó numerosos viajes por Italia, Fenicia, Egipto, Siria, Grecia... En un viaje a Beirut (1861), acompañado de su hermana mayor, ésta murió de paludismo junto a las ruinas de Biblos, y él mismo estaría también a punto de morir.

Entre sus innumerables libros destaca la "Vida de Jesús" (1863), primer volumen de un proyecto más amplio, compuesto por 8 tomos sobre los orígenes del Cristianismo. Fue el libro más vendido en Francia en todo el siglo XIX después de Los Miserables de Vistor Hugo, y despertó un gran revuelo. Analizaba la vida de Cristo con un criterio estrictamente razionalista, negando por principio todo fenómeno sobrenatural: su resurrección, su divinidad y todo pretendido milagro. Era solo un hombre excepcional, una especie de anarquista, empujado por un gran ideal.

Ejerció una notable influencia sobre generaciones de franceses, hasta la Primera Guerra Mundial. Fue miembro de la Academia Francesa, honrado con la Legión de Honor, y a su muerte (1892) se pensó en enterrarlo en el Panteón de Francia, aunque finalmente reposa en el cementerio de Montmartre.

Su hija Noémi heredaría la casa de los Scheffer en 1899 y convertiría el taller de pintura en una biblioteca consagrada a las obras de su padre. Hoy las obras de Renan se guardan en la Biblioteca Nacional de Francia y en este museo se exponen algunos manuscritos, su escritorio y otros recuerdos suyos.

George Sand

George Sand es el pseudónimo de Aurore Dupin (1804-1876), la gran escritora francesa del XIX. Ella es la última protagonista del museo, a pesar de no tener ninguna vinculación con la familia. Lo único que hizo fue participar en las reuniones de Ary Scheffer, junto con Chopin (amante suyo por aquellos años) y otros destacados románticos (ver imagen arriba).

Su casa-museo y su recuerdo se conservan en la gran mansión familiar de Nohant, un pueblito situado 260 Km al Sur de París, donde ella pasó su infancia, buena parte de su vida, y donde está enterrada. Sin embargo, el Museo de la Vida Romántica ha dispuesto tres salas de la planta baja con recuerdos suyos: sus muebles, retratos, joyas, recuerdos traídos de su mansión de Nohant, algunos dibujos realizados por ella, etc.

Y así, esta mujer llena de talento, que luchó por conquistar su independencia y desafió abiertamente a la sociedad de su tiempo, librepensadora y precursora del feminismo (no solo usaba un pseudónimo masculino, sino que vestía con frecuencia ropas masculinas, como se ve en la ilustración interior, clicando en la imagen adjunta, para desenvolverse mejor en un mundo de hombres), que representa muy bien el movimiento romántico, ha encontrado un rincón para su recuerdo en París.

En el año 2004, en el bicentenario de su nacimiento, se hizo un serio intento de trasladar sus restos al Panteón. Muchos pensaban que esta "Gran Mujer", como la llamaba Victor Hugo, debía recibir los máximos honores de Francia. Pero los vecinos de Nohant y de su provincia se opusieron con vehemencia a este "sacrilegio". Su tumba debía permanecer en el jardín de su mansión familiar, donde hoy se encuentra, en el lugar que ella consideraba su verdadero hogar, entre los suyos, en vez de ser desterrada a la frialdad sin alma de los sótanos del Panteón.

Sala dedicada a George Sand

Foto tomada de La parisienne du Nord

Salón de té en el jardín

Ubicado en el rincón más protegido del jardín, Ary Scheffer hizo construir un invernadero acristalado, donde hoy se encuentra instalado un salón de té, para tomar una bebida y algún dulce en su deliciosa terracita.

En los días de buen tiempo, este lugar tranquilo y aislado del ruido es una auténtica maravilla, una de las experiencias más agradables que se llevan los visitantes del museo.

Información práctica

El museo es pequeño y asequible. Se puede visitar en una hora. Compensa mucho utilizar la audioguía.

Horario de apertura

  • 10-18 h
  • Cierra: los LUNES, 1 mayo, 25 dic. y 1 enero

Tarifas

  • Entrada gratuita para la exposición permanente
  • Exposiciones temporales de pago: consultar aquí

Más información

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