Catacumbas de París

Catacumbas de París

Foto: Dale Cruse

La historia de las Catacumbas de París comienza en marzo de 1776, unos años antes de la Revolución Francesa, cuando una ordenanza real de Luis XVI declara que todos los cementerios urbanos de Francia deberán ser reubicados fuera de los recintos de las ciudades, por motivos de salubridad.

El cementerio más importante de París, el Cementerio de los Inocentes, ubicado en Les Halles (junto al mercado central), será clausurado en 1785, tras haber estado en uso más de 1.000 años.

Antes de que pudieran ampliar la superficie del mercado ocupando el terreno del cementerio, hubo que proceder a retirar todos los huesos, tanto los que estaban ya apilados ordenadamente en osarios, como los que ocupaban las fosas comunes.

El traslado de los huesos de millones de parisinos allí enterrados, tendría lugar todas las noches a lo largo de 2 años. Probablemente se trate de la mayor mudanza de huesos de la historia.

Los huesos fueron trasladados hasta unas antiguas canteras subterráneas, que serían bautizadas con el nombre de Catacumbas, por similitud con las catacumbas de Roma, convirtiéndose en el osario municipal de París.

Tras el Cementerio de los Inocentes seguirían todos los demás: los pequeños camposantos anejos a muchas iglesias de París fueron igualmente vaciados y sus huesos depositados ordenadamente. Las catacumbas están llenas de inscripciones que indican la procedencia de los huesos y el año en que fueron retirados.

Catacumbas de París - Inscripción

Foto: Vlastula

En esta imagen vemos los huesos procedentes de la antigua iglesia de la Madeleine, que por proximidad con la actual Plaza de la Concordia, recibió los cuerpos de cientos de personas guillotinadas durante la Revolución Francesa.

Fascinación por las catacumbas

Pronto se dieron cuenta los parisinos de que la visita a estos nuevos osarios, con los restos de millones de personas dispuestos en aquellas galerías subterráneas, tenía algo de fascinante.

Las visitas del público comenzaron en 1809, durante el gobierno napoleónico, mediante visitas concertada con cita previa, y continuaron durante todo el siglo XIX, recibiendo la visita de gente de la aristocracia, visitantes extranjeros e incluso numerosos personajes ilustres.

En la imagen se ve una aglomeración de gente de la alta sociedad en la entrada a las Catacumbas, a finales del Segundo Imperio, hacia 1870, comprando velas para acceder a las galerías subterráneas.

Actualmente sigue siendo una de las visitas estrella de París, recibiendo más de 500.000 visitantes al año, lo que suele provocar grandes colas en la entrada.

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