Museo de cera

Ubicado dentro de los célebres Pasajes Cubiertos de París (una visita que no deberías perderte) se encuentra el Museo de Cera, llamado Museo Grévin, una atracción única en la ciudad, llena de sorpresas y muy divertida, en especial si viajas con niños. La visita es muy recomendable, aunque resulta bastante cara.

Te contamos sus atractivos, la historia del museo y todo lo que necesitas para preparar tu visita.

Visita al Museo

El museo es muy extenso, y el recorrido por las distintas salas muy completo.

Espectáculo de luz y sonido

Espectáculo de luz y sonido. Museo Grévin

La visita al Museo comienza por todo lo alto. Reúnen a la gente en una sala, conocida como Palacio de los espejismos (Palais des Mirages), donde tiene lugar un espectáculo envolvente de luz y sonido que dura unos 6 minutos.

La sala funciona como un caleidoscopio gigante. El espectáculo fue creado para la Exposición Universal de París de 1900 e instalado en el Museo Grévin en 1908. Ha sido completamente actualizado, con música decoración y efectos de luz actuales, y es una de las cosas que más impresiona a los visitantes. Tras este momento mágico, se empiezan a recorrer las distintas salas.

Figuras de cera

Durante el recorrido, uno se va encontrando con multitud de rostros conocidos, con los cuales podrá sacarse una foto para el recuerdo: famosos del mundo del deporte, del cine, cantantes, políticos... actuales o bien de otros tiempos como Einstein, Charlot, Marilyn Monroe o Hitchcok... Muchos de ellos son franceses y pueden resultar más desconocidos para el público extranjero.

Algunas esculturas están perfectamente logradas, y se parecen al original como dos gotas de agua. En otras, en cambio, el "fake" es demasiado evidente.

En total hay unas 200 figuras en el recorrido actual, que se van renovando continuamente en función de la actualidad. El número total de figuras creadas en los más de 100 años de vida del museo supera las 2.000.

Mbappé en el Museo Grévin

Mbappé con su figura en el Museo

Escenarios

Hay también atractivas puestas en escena, en pequeños escenarios en los que uno puede participar: sacándose una foto junto de De Gaulle, montado en el jeep que recorrió los Campos Elíseos tras la liberación de París, o junto a personajes como Luis XIV, Napoleón o Einstein, o bien en platós de televisión con programas de moda... Hay varios escenarios con personajes de dibujos animados pensados para los niños.

Salones fastuosos

Algunas de las figuras están dispuestas en grandes y suntuosos espacios, que son auténtico patrimonio arquitectónico de finales del siglo XIX, cuando se inauguró el museo. Los más impresionantes son la Sala de la Cúpula y la sala de las Columnas, decoradas en un estilo que recuerda por su fastuosidad el de la Opera Garnier.

También impresionan la escalera de mármol y el ya mencionado Palacio de los Espejismos, traído desde el Palacio del Trocadero tras la Exposición Universal de 1900.

Sala de la Cúpula. Museo Grévin

La Sala de la Cúpula

Historia del Museo

Precedentes

Figura de cera de Luis XIV

Figura de cera de Luis XIV

Las figuras de cera tenían en París una larga tradición. La más antigua que poseemos es un impresionante retrato de Luis XIV, realizado por Antoine Benoist en 1703, cuando el rey tenía 65 años, que hoy se conserva en Versalles, y que probablemente realizó utilizando algún molde sobre la cara del monarca. Aquí puedes ver un magnífico video de su restauración: VIDEO - retrato de Luis XIV

Pero fue en los años previos a la Revolución francesa cuando las figuras de cera llegaron a constituir un auténtico espectáculo popular. En 1776 un médico de origen alemán, conocido como Curtius, instaló un Gabinete de cera en las Galerías del Palais Royal (en la actual Galería Montpensier 17), donde se congregaba todo París. Allí se podían ver retratos de la familia real reunidos para cenar en torno a una mesa, así como otros personajes célebres del momento, como Necker, la Du Barry o el intrigante duque de Orleans.

Tuvo tal éxito de público que instaló una nueva atracción en los Grandes Bulevares: "La Cueva de los grandes Ladrones", dedicada a criminales célebres de la época.

Cabeza de María Antoniera

María Antonieta, guillotinada

Curtius tenía una especie de ahijada (la hija de su asistenta), que se había criado con él desde pequeña y pronto demostró una extraordinaria habilidad para esta técnica, realizando las figuras de cera de personajes como Voltaire y Benjamin Franklin. Llegaría a ser mucho más célebre que su maestro, conocida mundialmente como Madame Tussard. Hoy da nombre al Museo de cera de Londres, que tiene filiales repartidas por todo el mundo.

La fama de Curtius y de su ahijada les granjearon amistades entre la familia real, lo cual les causó problemas durante la Revolución francesa. De hecho, Madame Tussard fue encarcelada y (según cuenta en sus memorias) preparada ya para la guillotina.

Se salvó in extremis gracias a su arte. Fue preservada para que pudiera sacar en cera las cabezas de los recién guillotinados, como la que puedes ver en la imagen adjunta, correspondiente a la reina María Antoniera. Experiencia que está en el origen de la actual "Cámara de los horrores" del Museo de Londres.

El Museo Grévin

La idea del Museo Grévin surgió un siglo más tarde, a finales del XIX. Su creador fue el director de un periódico de la época, Arthur Meyer, deseoso que la gente conociera a los personajes que conformaban día a día la actualidad de su periódico, en una época donde la fotografía no era todavía corriente.

Para hacer las figuras, Meyer echó mano de Alfred Grévin, que hoy da nombre al museo. Grévin era escultor, y había trabajado como caricaturista para su periódico. De este modo, el gran público pudo conocer de cerca, gracias a sus figuras de cera, a los grandes protagonistas de la escena francesa en ese momento: el entonces presidente de la República Jules Grévy, uno de sus principales políticos, Léon Gambetta (que moriría unos meses después), o la gran actriz francesa Sarah Bernhardt.

El museo fue inaugurado en 1882, y tuvo desde el principio un éxito espectacular. Hoy el Museo Grévin tiene varias sedes en Francia y algunas otras repartidas por el mundo (Montreal, Praga, Seúl).

Desde el año 1999, el museo llegó a un acuerdo con el Grupo Parc Astérix, que es actualmente su propietario.

Información práctica

Numerosos escultores y personasl altamente especializado trabajan permanentemente para el museo, que a la fuerza tiene que ser caro. Este es su mayor incoveniente.

Pero la visita es vistosa y entretenida. Dentro pasarás un par de horas muy amenas.

Horario de apertura

  • Lunes a viernes: 10-18 h
  • Fines de semana y festivos: 9,30-19 h
  • Durante todas las vacaciones escolares: 9,30-19 h

Tarifas

  • Adultos (+16): 24,50 €
  • Niños (5-15): 18,50 €
  • Gratis: 0-4 años
  • Familia (mín. 4 personas): 17 €
  • El billete es válido durante 1 año a partir de la fecha de compra
  • Los billetes son más baratos si se compran con fecha exacta y 5 días al menos de antelación. Más información: www.grevin-paris.com

Más información

  • Dirección: 10 Boulevard Montmartre
  • Metro: paradas Grands Boulevards - Bourse (lín. 8, 9, 3)
  • Web oficial: www.grevin-paris.com
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